Las colas, un flagelo que requiere solución inmediata
Autora: Indira Montero Almanza.
Songo – La Maya, 20 abr 2022.- Cuba vive actualmente uno de los episodios más tensos y críticos de su historia en un contexto de crisis sanitaria y económica que ha sumido al país en una constante preocupación.
Las difíciles condiciones emergidas de esta problemática y el impacto que han tenido en la sociedad merecen ser vistas desde otra perspectiva, aún más cuando el aspecto negativo prevalece en la palestra pública.
Hoy, uno de los temas que mayor descontento genera en la población es la distribución y venta de productos y artículos de primera necesidad debido a las extensas colas que supone adquirirlos.
Indisciplinas, discusiones, enfrentamientos, son el panorama habitual de la mayoría de los cubanos, quienes deben lidiar con ese trinomio cada vez más creciente de coleros-acaparadores-revendedores, y cuyo monopolio parece no decaer, incluso cuando están a la vista de todos.
Sin embargo muchos ciudadanos, gran parte perteneciente a la clase trabajadora, no pueden acceder a estos establecimientos comerciales pues casi siempre son las mismas personas las que efectúan la compra y en ocasiones hasta con el consentimiento y la complicidad del personal que labora en los locales.
Ello por supuesto ha provocado el impacto negativo en el poder económico y en la espiral inflacionaria que reduce el valor del salario de quienes si aportan. Entonces se hace necesario que las instancias administrativas reestructuren sus modos de proyectarse y propongan, desde el análisis, acciones estratégicas y mecanismos de control que si funcionen como corresponde y como las actuales circunstancias lo exigen, aunque ello implique más trabajo organizativo y de gestión.
