Mella: eterno joven revolucionario
Autora: Raquel Castro Milán
Songo – La Maya, 25 mar 2024.- Hablar de Julio Antonio Mella es hacerlo del eterno joven que al caer mortalmente herido dijo: “Muero por la Revolución” y esa frase aún resuena en los corazones de todos los jóvenes cubanos.
La impronta y el legado de Mella llega hasta como aquel joven enérgico que derramó su sangre por una Cuba justa, sin amo imperialista, ni explotados o explotadores.
En las aulas de la Universidad de La Habana se forjó y tuvo su primer escenario de lucha, sin embrago no solo ahí mostró sus dotes de revolucionario cabal y luchador antiimperialista e independentista.
Hoy cuando se cumplen 121 años de su natalicio volvemos la mirada a este joven brillante que es faro y guía de los universitarios cubanos.
Entre los años 1923 y 1929, Mella participó en los hechos más importantes de la historia patria, que estuvieron marcados por la participación y protagonismo de los estudiantes.
De igual manera con su ejemplo de joven revolucionario influyó decididamente en el despertar del sentir nacionalista de los cubanos de esa época para en los años posteriores servir de acicate en las luchas hasta el triunfo de enero de 1959.
En 1922, se funda la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), y Mella fue su presidente, de igual manera estuvo presente en la creación de la Liga Antimperialista de Cuba, de la Universidad Popular José Martí, y estuvo también en el surgimiento del primer Partido marxista leninista de Cuba. En todos estos sucesos está la huella del joven revolucionario.
Si tuviéramos que escoger su mejor o mayor labor sin dudas diríamos que fue la de unir tanto a los trabajadores como a los estudiantes a favor de derrotar a la tiranía imperante en la Cuba de aquellos años.
Sin dudas fue Mella el iniciador de un camino que luego se viera plasmado con la fusión del Directorio Revolucionario y el Movimiento 26 de Julio para enfrentar y derrotar a la tiranía de Batista.
Hoy son otros los tiempos pero de alguna manera la vigorosa presencia juvenil es también parte del legado de Julio Antonio Mella, y de la vitalidad de una nación que se renueva todos los días en cada uno sus hijos.
