Suspendidas las clases para cuidarnos más

Autor: Domingo Alexander Sánchez Ríos

Songo – La Maya, 20 ene 2021.- La suspensión de las clases en el territorio, dictada por el Consejo de Defensa Municipal de Songo – La Maya, trasciende como una importante medida para cerrarle paso a la Covid-19. Y es que la difícil situación epidemiológica que atraviesa la provincia Santiago de Cuba nos llama a estar alertas en todas las esferas de la sociedad, y a no descuidar ningún aspecto, ya que podría significar un retroceso y un gran peligro para la vida del ser humano.

La medida temporal de no acudir a las aulas tiene como objetivo que los niños, adolescentes y jóvenes se mantengan en sus casas, y desde allí puedan seguir las orientaciones a través de las teleclases. Por eso, amable lector, no se justifica que en los momentos actuales haya niños jugando en las calles como si estuviéramos en un día cualquiera de la etapa vacacional. Los padres deben garantizar la permanencia en casa de sus hijos. Es verdad que no siempre es fácil que los niños cumplan estrictamente con el aislamiento, sobre todo cuando en el pasado han tenido que enfrentar etapas prolongadas en esa condición, pero todos debemos comprender que se trata de proteger la vida de ellos y de cada miembro de la familia.

Es falsa la afirmación de que los niños y jóvenes no tienen por qué temerle al nuevo coronavirus. Como se ha informado, en días recientes esta pandemia llevó a cinco niños cubanos a unidades de cuidados intensivos. Pero, además, la realidad de que un niño se contagie puede hacer que otros miembros de la familia también adquieran el peligroso virus, incluyendo a individuos vulnerables como ancianos y personas con enfermedades crónicas.

También es verdad, amable lector, que como padres nos preocupa las afectaciones que estas medidas puedan traer para el sólido aprendizaje de nuestros hijos; sin embargo, debemos recordar que no se trata de un capricho, sino de una decisión indispensable para cortarle el paso definitivamente a esta pandemia. De cada uno de nosotros depende, en gran medida, que esta decisión no se prolongue en el tiempo. Aprovechemos la oportunidad que los niños están en casa para fomentar el estudio individual, el hábito de la lectura, y otras costumbres positivas que les ayuden a crecer como seres humanos.

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