De las tradiciones del fin de año en Cuba

Autora: Raquel Castro Milán.

Songo – La Maya, 28 dic 2023.- La llegada del fin de año, sin duda, es también un acontecimiento para los cubanos que se refugian en sus casas o visitan a amigos y familiares. Y, claro, las calles y plazas también es un punto de reunión para festejarlo.

Para la cena es obligada el cerdo a la leña o a la parrilla, pero muchos también prefieren comprar solo el pedazo de carne que se van a comer en familia. Y a la hora de degustarlo no falta la diversidad de gustos como para comer los pellejitos,  las orejas y no falta los que se disputan por la colita del cerdo. Pero también, muchas familias deciden comer en restaurantes y esperar la llegada del nuevo año en la calle.

Y como Cuba tiene sus creencias religiosas afrocubanas, los cubanos buscan una prenda de color rojo, para llamar a la buena suerte. O también echan un jarro o balde de agua para la calle para liberarse del viejo año. 

El fin de año en Cuba tal vez no sea de los más coloridos, pero mantiene sus propias costumbres y tradiciones, en medio de la autentica familiaridad del pueblo cubano tan amable y bailador.

Para todas las civilizaciones el fin de año constituye un acontecimiento, es el momento del recuento y de los planes.

En Cuba, son muchas las costumbres y las tradiciones que tienen lugar al final de la jornada de 365 días de traslación de la Tierra alrededor del Sol.

Pasar bajo un balcón el 31 de diciembre a las 12 de la noche es un alto riesgo pues puede terminar totalmente empapado y menos mal que desde hace algunos años los cubos de agua de ese instante lo son de agua limpia pues la tradición de antaño era limpiar toda la casa y esa agua, que suponía había recogido todos los males del año viejo, era la que se lanzaba al vacío; imaginemos pues, cuántos lacerados por esa costumbre fueron víctimas de ella y comenzaron sucios y mojados el año nuevo.

Había un augurio que decía que, si la persona tenía un viaje entre manos que no terminaba de cuajar, justo a las 12 de la noche del 31 de diciembre, salía con una maleta bien preparada con ajuares, perfumería, joyas y todo cuánto se lleva a un viaje y le daba una vuelta a la manzana, de seguro en el año entrante el viaje se cumpliría.

Reunirse en familia, visitar las casas de los vecinos a la hora cero para desear felicidades, forma parte de la costumbre cubana, al igual que la cena: arroz congrí, carne de cerdo asada, yuca y tostones, ese es el ingrediente principal, a el se le puede agregar algo más pero no faltar lo mencionado, aunque algunos por excepción, cambian de carne y consumen pollo, pescado o res, pero solo por excepción. La cerveza o el exquisito ron cubano están presentes en el acontecimiento, aunque pudieran acompañarlos vinos y bebidas como whisky, tequila, ginebra o vodka pero no es lo tradicional. El baile no falta en espera del año y los chistes casi siempre lo escoltan.

Nostalgias, esperanzas, buenos deseos para la familia y los amigos… el fin de año en Cuba es época de recuentos, análisis, pero sin ese espíritu hipercrítico que deja el mal sabor de los arrepentimientos. No, lo malo ya pasó, lo bueno se agradece y empieza otra carrera de 365 días por hacer algo mejor con la vida. 

Es ese optimismo incomparable, lo que hace de las festividades navideñas cubanas, un mosaico de tradiciones. Aunque diferentes regiones de la Isla maticen las fiestas con sus propios colores, el propósito es el mismo: atraer buena suerte, nuevas oportunidades y dejar atrás los sinsabores del año que se fue. 

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