Desde Songo – La Maya tras las huellas de la historia…

Autora: Raquel Castro Milán.

Songo – La Maya, 24 jul 2022.- Heme aquí otra vez tras las huellas de un hecho que significó el despegue definitivo a la libertad. Sucedió un 26 de julio de 1953 cuando el pueblo no podía más con tanto oprobio y deshumanización. Hasta el Moncada en Santiago llegaron.

Los moncadistas fueron algo más de un centenar de participantes, casi todos desconocida gente de pueblo, que juraron el Manifiesto del Moncada -aquella madrugada antes de lo combate, con el fin de hacer una patria mejor, sueño supremo de Martí.

Eran encabezados por Fidel. Allí estuvieron jóvenes obreros, empleados, campesinos, trabajadores en oficios diversos o desempleados, y solo media docena eran estudiantes, tres contadores profesionales y cuatro graduados universitarios, incluido su líder.

Eran hombres y mujeres preferentemente jóvenes, ajenos a toda ambición, no infectados por las lacras y vicios de la política imperante.

Las acciones revolucionarias del 26 de julio de 1953 despejaron las tinieblas sobre el universo cubano con el Programa del Moncada, capaz de redimir la Patria y enrumbar los sueños de todo el pueblo.

Puertas de hogares se abrieron a combatientes perseguidos para abrigarlos de la saña vengativa desatada en las horas y días que siguieron al ataque.

Cuando han pasado 69 años de aquella gesta histórica Santiago se renueva. Otras son las tareas y el ejemplo de esta isla trasciende los mares para continuar el legado de aquella hombrada de valientes.

La gran lección del 26 de Julio–expresó el líder de aquella gesta fue: “la importancia de las masas en la lucha, la importancia del pueblo en la lucha revolucionaria, y el valor de la constancia y la perseverancia en el esfuerzo. ¡No desalentarse ante ningún revés, ante ninguna dificultad! Y tal ha sido no solo la enseñanza del 26 de Julio, sino la enseñanza de toda nuestra historia: desde Céspedes, Máximo Gómez y Agramonte, hasta Martí y Maceo”.

Por eso una y otra vez voy tras las huellas de aquel hecho que marcó el despegue definitivo hacia un sueño posible.

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