Frank País a 66 años de su asesinato
Autora: Raquel Castro Milán.
Songo – La Maya, 30 jul 2023.- Uno de los sucesos más difíciles de asimilar por Cuba toda y en especial por los santiagueros es la muerte de Frank País García aquel 30 de julio de 1957 cuando en plena calle le dispararon junto a su compañero de luchas Raúl Pujol.
Sin duda alguna ese hecho consolidó la conciencia y el arrojo del pueblo cubano de un lado a otro de la isla.
El sepelio de los dos combatientes se convirtió en una manifestación popular de dolor y fue ahí cuando el pueblo santiaguero a nombre de todos los cubanos demostró su empuje y su furia sin un ápice de temor, haciéndole frente a las armas de los esbirros de Batista que por cada esquina asechaba.
Gritos clamando justicia, himnos y canciones se hicieron sentir al paso del cortejo fúnebre. Desde cada balcón una lluvia de flores caía sobre los hombres y mujeres que acompañaban a aquel joven héroe que partía a la inmortalidad.
De ese día aún se recuerda de forma especial a las madres santiagueras quienes se solidarizaron con Doña Rosario, escoltaron a
Nadie ha olvidado esa jornada en la cual madres patriotas especialmente acompañaron a Doña Rosario, la madre inmensa y valerosa de Frank País, la misma que había enterrado un mes antes al más pequeño de sus hijos.
Le cortaron la vida a Frank País, con solo 22 años quien en tan poco tiempo hizo mucho por la Patria que lo vio nacer.
Es por eso que luego del triunfo de enero de 1959 la fecha de asesinato fue declarada como Día de los Mártires de la Revolución como digno homenaje a todos los caídos en busca de la definitiva libertad de Cuba.
Al morir, Frank dirigía el frente de Acción y sabotaje de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio, cargo que ocupaba a riesgo de su propia vida pues debía estar en constante movimiento por toda la ciudad de Santiago de Cuba y a sabiendas de que estaba bajo vigilancia constante por parte de los esbirros de Batista.
Frank no descansó en la labor de organizar y conseguir apoyo con hombres, medicamentos y armamentos para los alzados en la Sierra Maestra, ese había sido el acuerdo del encuentro sostenido con Fidel en febrero de ese propio año.
Las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro al conocer del vil asesinato fueron: “¡Que bárbaros! Lo cazaron en la calle cobardemente, valiéndose de todas las ventajas que disfrutan para perseguir a un luchador clandestino. ¡Qué monstruos! No saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado”.
Para muchos de sus compañeros de lucha Frank era un ser de luz, estaba alentado por la convicción de que la lucha era lo más justo para la definitiva libertad de la Patria. Era de una nobleza extraordinaria, muy serio, pero igual muy alegre, gustaba de las fiestas, la música y aficionado a las artes plásticas.
A 66 años de aquel crimen horrendo el ejemplo de Frank ilumina a los jóvenes de hoy y es el recuerdo perenne de quienes apuestan todo en defensa de una Cuba libre y soberana.
