Un llamado de atención contra la Covid-19 desde Songo – La Maya

Autora: Raquel Castro Milán.

Songo – La Maya, 17 ene 2022. – Camino las calles de mi poblado dos o tres veces por semana. La Covid-19 ha hecho que trabaje desde casa pero eso no impide que con esa frecuencia camine mi pueblo y lo que veo en los últimos días me preocupa y mucho.

Todos sabemos cuánto padecimos en 2021 por la fatídica incidencia del virus SARS-CoV-2 aquí en Songo – La Maya o eso creo yo, pues las actitudes irresponsables dejan mucho qué desear en materia de prevención y cuidado ante una enfermedad altamente letal.

Personas transitando de un lado a otro que se saludan con besos y abrazos, las colas en las tiendas, etecsa, panaderías, cajeros, bancos, mercados y cuántos puestos para expender alguna mercancía pululan sobre todo en las mañanas.

También aunque menos, eso debo reconocerlo, en las tardes en alguna que otra esquina se reúnen unos cuantos y bebida alcohólica de por medio comparten como si nada estuviera pasando, como si ese enemigo, minúsculo, invisible y letal no estuviera ahí también participando del convite.

Eso ocurre ahí a ojos vistas de todos. Es que acaso a nadie le llama la atención que estamos tentando al virus una vez más y ya sabemos, como expresé más arriba que con lo ocurrido en 2021 puede ser suficiente para recordarnos que si no cambiamos nuestros modos de actuación volveremos una y otra vez a pasar por momentos desagradables y de mucho dolor para unas cuantas familias de Songo – La Maya.

Aquí me detengo porque es cierto que se nos ha llamado al auto cuidado y la responsabilidad individual pero ojo en eso nos va la vida tanto a quienes incumplen con lo establecido como  a quienes si lo hacen o peor aún esos que por sus edades como los (adultos mayores y los niños pequeños) permanecen en casas a buen resguardo hasta que algún irresponsable lleva el coronavirus hasta ellos.

Y me llama la atención que todavía no me he encontrado con esos que tienen entre sus funciones velar, controlar y hacer cumplir lo establecido en el tan llevado y traído Decreto No. 31 sobre las infracciones de las medidas sanitarias para la prevención y enfrentamiento de la COVID-19”, publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 8, del 29 de enero de 2021, que regula la aplicación de sanciones para los ciudadanos que incumplan los protocolos sanitarios. Normativa vigente y que se utiliza en todo el territorio nacional.

No se trata de hacer ahora una cacería de brujas y poner multas a mansalva. Todos convivimos en un mismo territorio y sabemos dónde, cuándo y cómo se viola lo establecido, es solo aplicar lo estipulado pues para eso están los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), los Inspectores Integrales, los inspectores de salud y otros que apoyan en ese trabajo de alertar, prevenir y llamar la atención a tiempo antes que sea demasiado tarde y ya tengamos otra ola de dolor encima.

Desde las personas mayores hasta los niños más pequeños recitan las medidas a cumplir para impedir el contagio y la propagación de la pandemia: lavado frecuente de las manos, distanciamiento físico y uso del nasobuco independientemente de otras disposiciones específicas que también contribuyen a protegernos del nuevo coronavirus.

El 2022 inició con una nueva variante de este virus, la Ómicron, esa aún está investigándose. De ella si sabemos que es más transmisible por lo que todo cuidado es poco y aunque hasta este minuto parece ser menos letal no significa que debamos confiarnos para nada.

Ahora mismo al escucharme, quizás te digas que estás cansado de tanta enfermedad y que vocablos como las curvas, las olas, los positivos, PCR, pandemia, aislamiento, neumonía… entre otros términos que saturan los oídos.

Es cierto que el panorama hoy es totalmente diferente al del año pasado porque tenemos un por ciento alto de vacunados y esperando con ansias la dosis de refuerzo con vacunas 100% cubanas. Pero ojo las vacunas por si solas no hacen el milagro.

Es aquí donde los especialistas aconsejan que la Covid -19 todavía está entre nosotros. Las economía no puede detenerse pues se paralizaría el desarrollo y la subsistencia del país.

Pero lo que si podemos y tenemos que hacer desde lo individual es disciplinarnos para reducir los índices de contagios y con ellos los efectos negativos de una enfermedad de la que aún se investigan sus secuelas. Y a quienes toca imponer el orden que lo hagan para desterrar de Songo – La Maya una enfermedad que cambió el curso de las vidas en el planeta.       

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