Tratar bien a los demás

Autor: Domingo Alexander Sánchez Ríos

Songo – La Maya, 16 ene 2021.- Tratar bien a los demás es, ante todo, un acto de conciencia que debería definir el modo de conducirse de cada ser humano. Ya sea en el ámbito familiar, de trabajo, y en cualquier otro contexto donde las personas interactúen, un trato respetuoso y amable es capaz de promover la armonía y fomentar actitudes semejantes hacia los otros individuos.

Por el contrario, cuando predomina un ambiente de malos tratos, faltas de respeto, y otras conductas desconsideradas, la balanza generalmente se inclina hacia la hostilidad, el enfrentamiento, lo que hace muy difícil la convivencia y la comprensión entre las personas.

En el momento que vivimos, se hace más necesario que nunca desarrollar un trato adecuado a los demás. Basta con las dificultades que ha provocado en el día a día la COVID-19 para sumarle a esto una mala respuesta, o ese silencio indiferente que a veces golpea más duro que una grosería. Y sí, amigo, a veces esto sucede con frecuencia en determinados establecimientos, ya sean del sector estatal o no estatal.

Las nuevas tarifas de precios han generado las más diversas inquietudes de la población, por eso es común que las personas asombradas busquen respuestas convincentes. En cambio, no siempre se responde correctamente, y en vez de tratar de persuadir al usuario con argumentos apropiados y verídicos, se acude a subir el tono de voz y no meditar en lo que se dice sino en salir rápido de la situación. Esto provoca malestar, insatisfacción y los más diversos comentarios desfavorables.

También es verdad que algunos clientes se extralimitan a la hora de exponer alguna duda o inquietud, por eso acudimos a la responsabilidad de parte y parte. Si tratamos a la otra persona como nos gustaría ser tratados seguramente lo haremos en buena forma, y esta conducta propiciará que se actúe de un modo similar. Como dice un sabio proverbio: la blanda respuesta aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor.

De cada uno de nosotros depende fomentar un trato adecuado hacia los demás. Esta semilla debe cultivarse desde el hogar, en edades tempranas, y predicar siempre con el ejemplo. Asimismo debe ponerse en práctica lo mismo en el barrio, en una cola, en un medio transporte, y en cualquier otra circunstancia. No importa cuán difícil haya sido el día, cuántos contratiempos hayamos enfrentado, si somos capaces de tratar bien al prójimo contribuiremos a edificar una sociedad cada vez más armoniosa, unida y eficiente.

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