Arreglarnos el cabello otra de nuestras tradiciones

Autora: Maylín Ros Torres.

Songo – La Maya, 29 nov 2022.- Es costumbre ver a nuestras mujeres acicalándose los fines de semana o para cualquier ocasión porque la imagen que ofrecemos al mundo, ha devenido cada vez más importante. La peluquería, el secador, las planchas, el peine caliente y otros, resultan cotidianos en el vocabulario actual.

Hay que destacar que en medio de todos esos inventos, han sobrevivido unos aditamentos imprescindibles para embellecerse: los rulos, aunque todos los conocemos por rolos.

Les cuento que aparecieron en 1905, cuando Charles Nessler, un peluquero alemán, inventó la primera máquina para hacer permanentes, consistía en una serie de barras de metal en las que se enrollaba el pelo, que luego era calentado por corrientes eléctricas.

Sin embargo, en los años cuarenta del pasado siglo XX cuando llegaron las técnicas del permanente, modernas y menos agresivas, comenzaron a emplearse los rulos de plástico, que en la actualidad se utilizan en diversos tamaños para dar forma a los peinados femeninos.

Ya lo decía, lo que sucedió el ocho de octubre 1906 cambió de forma literal el cabello hasta nuestros días. Cuentan que después de años de experimentación, incluyendo dos intentos que casi incineran completamente el cabello de su esposa Katharina, Nessler perfeccionó finalmente un tratamiento químico con el que conseguía rulos permanentes en cabellos lacios.

Pero aún así con más de un siglo de existencia y con tanta vuelta de tecnología y alisamiento del cabello no han perdido su lugar privilegiado. Pelos de todo tipo se  enrolan ¿o deberíamos decir enrulan?, bueno, se envuelven en ellos y terminan secos, con brillo y elegancia,

Por estos días nuestras féminas innovan a la hora de  coleccionarlos y utilizan desde un tubo de desodorante hasta el tubo de cartón del papel sanitario. Lo más importante es que el cabello luzca hermoso.

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