Vilma Espín, una visita, un recuerdo perenne…

Autora: Raquel Castro Milán.

Songo – La Maya, Cómo poder olvidarte mujer íntegra, a ti que tanto diste sin pedir nada a cambio. Desde muy niña supe que eras la presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas y hasta hoy llega tu legado Vilma.

Siempre supe que ibas a ser recurrente en temas como la emancipación, igualdad, educación, equidad porque como nadie luchaste desde esta isla pequeña para que nosotras las mujeres tuviéramos estas distinciones.

Desde mi natal Songo – La Maya supe que ibas a hacer un recorrido por el poblado de Alto Songo en el año 2000, cuánta alegría poder verte tan de cerca.

Cómo describir esos días tan intensos, cuánta preparación, cuántos desvelos para recibirte en la secundaria Miguel Domínguez Téllez, era una alegría contagiosa mezclada con compromiso porque estarías allí tu, podríamos verte, estar cerca de ti, compartir un instante para que hoy podamos decir con orgullo: vimos a Vilma.

Llegaste rodeada de personas con las que trabajabas. Se te sumaron otras muchas del poblado. Significabas tanto para todos, que no podíamos perder aquella oportunidad única, y lo aseguro no la perdimos.

Allí estabas menuda, frágil, casi etérea…, eso sí atenta a cada detalle de aquella institución educacional que te acogió como la más grande visitante jamás recibida.

Todavía recuerdo claramente a Liliana Sierra en aquel entonces jefa de colectivo de la secundaria, vestida de completo uniforme llevarte por cada aula y departamento explicando con detalles las transformaciones llevadas a cabo por padres, profesores, alumnos e ideadas por “Ganguita” a quien tu misma catalogaste de Ada, pues lo que tocaba con sus manos lo convertía en maravilla.

Y fue tan fuerte y estimulante tu visita Vilma que todavía hoy los que allí estuvimos recordamos con orgullo tus pasos por cada porción de la escuela y tus palabras cargadas de enseñanzas para decirnos que íbamos por el camino correcto, que siguiéramos transformado para el bien de aquellas generaciones y las que estaban por venir.

Un día como el de hoy hubieras cumplido 92 años y sigues presente aquí en tu isla, así ha sido y será porque eres parte tangible de esta isla que te sabe eterna. Hoy son muchos los que dicen una y mil veces “Gracias Vilma una y otra vez por todo y por tanto”.

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