Raquel Castro Milán, gracias por la palabra, el saludo y la información

Autora: Maylín Ros Torres.

Songo – La Maya, 8 mar 2022.- La memoria no me trae el momento exacto en el que conocí a Raquel Castro Milán, no recuerdo el momento exacto la verdad. Lo cierto es que nos volvimos equipo desde el primer día.

Fue en los pasillos de la Miguel Domínguez Téllez, allí comenzó todo. Éramos cómplices en el desayuno en casa de Martha, donde las frituras y el batido de zapote mañaneros abrían el diapasón de posibilidades de cualquier jornada.

Me acompañó durante mi embarazo, viví su dolor de madre soltera y le acompañé. Mi vida por problemas de salud ha estado comprometida varias veces y ella siempre ha estado ahí, desde todos los ángulos posibles, una amiga como pocas.

Es quizás la primera persona con quien hablo en las mañanas, me regaña, me enseña, me tolera mis locuras y me acepta lo “Melman” que soy con la naturalidad posible de los amigos.

Ama los gatos, los perros y hace un café como nadie en este mundo, casi siempre acompañado de una vara de madera para cargar agua.

No le gustan los abrazos ni que la besen al saludar, tiene un estilo único para reseñar, se superó a los años para digitalizar su trabajo, tiene poca paciencia, es el horcón de su familia que volvió a nuclear con el tiempo para bien de todos.

Cincuentona y menopáusica, sedienta de libros y consumidora letal de las noticias y el contraste, Raquel es una excelente compañera de trabajo, un acompañamiento cálido indispensable para sobrevivir al marasmo que a veces también otorga el periodismo radial.

Se fue Raquel a la web, la vieja ahora corrige, edita, publica, se vuelve maga para no incumplir lo cumplible, improvisa, inventa, no traiciona y aún así, con escaso tiempo, a pesar de lo que muchos creen, su casa es centro de tertulias, de almuerzos reiterados, del café indispensable, de la compañía y la mano amiga para cualquier asunto terrenal o etéreo que carguemos los suyos. Aunque la analógica ya no tenga como antes su presencia en todos los informativos, recordamos su Sí, gracias, el saludo, los debates semanales. Es justo en esta Jornada de la Prensa devolverte a ti, Raquel Castro Milán, el agradecimiento por la palabra, el saludo y la información.

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