Desde Songo – La Maya: momento para reconocer a los campesinos en su día

Autor: William de Armas Delisle.

Songo – La Maya, 17 may 2021.- El 17 de Mayo de 1946 fue asesinado Niceto Pérez García en la zona realenga de El Vínculo, en la actual provincia Guantánamo, por defender el derecho de sus iguales y por tal motivo  después del triunfo de la revolución se celebra en esta fecha el Día del Campesino Cubano y constituye una fecha muy especial para los hombres y las mujeres que trabajan y viven en el campo.

Niceto era un campesino humilde que trabajaba la tierra en su pequeña finca María Luisa, que formaba parte del Realengo 18.

Durante el gobierno de Ramón Grau San Martín, época en la que los campesinos cubanos eran desalojados de sus terruños y tenían que irse a los caminos con su familia portando solo lo que cupiese en sus carretas o  a veces en sus  manos.

Un día el terrateniente Lino Mancebo intentó desalojar al valiente campesino de su posesión para sumarla  a las suyas, pero Niceto Pérez decidió no  permitir semejante abuso y desfachatez.

Lino Mancebo no se quedó de brazos cruzados y  como tenía el poder, una mañana acompañada de un grupo de guardajurados se presentó en la finca del líder campesino, quien limpiaba una plantación de plátano  en compañía de su hijo de siete años de edad.

Esa mañana del 17 de Mayo  de 1946, Niceto fue ultimado en presencia de su propio hijo, hace  hoy 75 años. .

Pero el crimen quedó impune, pues miembros de la Organización Joven Cuba no lo permitieron y por ese  motivo los jóvenes revolucionarios ajusticiaron al criminal Lino Mancebo en los portales de la Lonja del Comercio, en la capital del  país.

Para rendir homenaje a  Niceto Pérez   por decisión del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz se escoge  el 17 de Mayo de 1959, como la fecha  ideal para promulgar la Ley de Reforma Agraria, firma que se produjo en La Plata, Sierra Maestra, lugar donde radicó la Comandancia del Ejército Rebelde durante la guerra liberada contra el gobierno de Fulgencio Batista.

La Primera Ley de Reforma Agraria es la más importante y trascendente ley rubricada tras el triunfo de la Revolución cubana. Es la ley que otorga las tierras a los campesinos cubanos. A partir de ese momento las tierras comenzaron a pasar a manos de sus verdaderos dueños y se materializaba uno de los postulados de La Historia me Absolverá.

El significado de tan importante acontecimiento crece con los años. Para Cuba, país en el que entonces subsistían formas semifeudales  de producción en el campo, con predominio del latifundio y monocultivo  en lo fundamental, con millares de campesinos viviendo en condiciones infrahumanas, sin tierras o sujetos a la práctica criminal del desalojo, con decenas de miles de obreros agrícolas sin empleo, la Reforma Agraria era una necesidad  elemental para su despegue económico.

La primera Ley de Reforma Agraria quebró por la espina dorsal el poderío en nuestra Patria de la casta oligárquica de los latifundistas nacionales y las compañías yanqui, propinando un golpe de muerte a las bases del régimen burgués y neocolonial que la Revolución había tomado por asalto el Primero de Enero de 1959 y colocó a Cuba de inmediato en la mira de todas las agresiones, bloqueos, sabotajes y provocaciones de los estados unidos y sus lacayos.

Fidel dijo que «fue la Ley de Reforma Agraria precisamente lo que definió a la Revolución Cubana  cuando ya se vio que de verdad se haría aquí una ley agraria, se vio que no eran palabras simplemente, que no eran promesas, que no eran engaños, que no eran «cuentos de camino de ninguna clase, sino que había de verdad una revolución en Cuba».

 Por todos estos hechos se crea, el 17 de mayo de 1961, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), organización que agrupa a los campesinos cubanos y representa sus intereses en lo económico y social.

La ANAP se constituyó para darle sostenibilidad al programa agrícola cubano,   así como afianzar sus aciertos y erradicar deficiencias, y además para garantizar la participación del sector cooperativo y campesino en todo el proceso revolucionario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *