La actualidad de la Revolución.

Por: Iramís Rosique Cárdenas.

Hablar de los sucesos de noviembre pasado con objetividad puede presentarse como un reto enorme cuando se ha estado involucrado en ellos en primera persona. De todos modos puede intentarse, aprovechando la nitidez que produce progresivamente el alejamiento temporal, y aportar algo nuevo a todo lo que ya se ha dicho.

La mayoría de los textos que, en el debate nacional, y desde la izquierda, indagan sobre las causas del 27N enfatizan sobre todo en los factores llamados “externos” a las dinámicas políticas de la nación. Está claro que ninguna sociedad es una burbuja que flota en el éter ajena a los efectos de fuerzas fuera de su ámbito nacional.

El bloqueo estadounidense a Cuba y, más recientemente, la pandemia lo demuestran. Por ello no se puede despreciar la incidencia de las maquinaciones de los servicios de inteligencia norteamericanos, de los círculos de poder de la burguesía noratlántica y de la emigración anticomunista cubana sobre el espacio político de Cuba.

Sus manos e intereses van desde el financiamiento a agentes y grupos desestabilizadores y medios de comunicación opositores al gobierno, hasta la ofensiva cultural con que nos inundan constantemente mediante las más disímiles vías y de los modos más sutiles.

Tomado de Cubadebate.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *