No se puede fallar: Es la vida lo que cuenta

Autora: Raquel Castro Milán

Calle Los Maceo en Cuarentena.

Songo – La Maya, 23 nov 2020.- Quiero imaginar un escenario sin preocupaciones donde nos amemos más, seamos consecuentes, tolerantes, receptivos y más humanos.

La Covid-19 ha venido a demostrar lo vulnerable que somos. Hoy cuando en mi terruño se habla de dispersión, contagio, centro de aislamiento, pandemia, prevención, cloro, distanciamiento, cuarentena y tantísimos términos que definen el ir y venir constante de los songomayenses quienes estamos en el epicentro del nuevo coronavirus.

Cada minuto cuenta. Pasa el tiempo y la ansiedad hace acto de presencia, trato (tamos) de calmarme (nos) pero la incertidumbre vuelve una y otra vez.

Hoy Songo – La Maya suma un total de 19 contagiados con la mortal enfermedad, ninguno está grave. Hay otro grupo de personas que permanecen en instituciones de salud o en centros de aislamiento en espera del diagnóstico quienes en alguna medida forman parte de la cadena de contagio.

Llega la noche es hora de dormir y miles de pensamientos vuelven a mi mente. Cierran una casa, una cuadra está en cuarentena. Mi vecina embarazada queda en un área restringida, la viejita de la esquina cómo se hará con sus malestares y la adquisición de los medicamentos… Seguimos contando el tiempo. Así amanece, sale el sol y cientos de personas en Songo – La Maya no han dormido detrás de una cadena de contagios que parece no tener fin. La Covid-19 ha demostrado lo vulnerable que somos. No hay descanso, no se puede fallar: Es la vida lo que cuenta.

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