William De Armas Delisle, el más añoso de todos
Autora: Maylín Ros Torres.
Desde hoy siete de marzo y hasta el día 14 este sitio web estará publicando una serie de trabajos donde se resalta el quehacer de los profesionales de la prensa. Llegue a todos nuestras felicidades… Aquí va el primero…
Songo – La Maya, 7 mar 2022.- El tiempo pasa y a veces no nos damos cuenta de la impresionante cantidad de años- meses- semanas- horas- segundos que se suceden mientras nos ocupamos en vivir. Y en ese camino conocemos muchas personas que marcan para siempre.
Podría hablar aquí hoy de mis conquistas y fracasos en el amor, el de la carne, el del sudor y la saliva, pero no, hoy tocaré a mis hermanos de corazón, de pluma y combate, en cada día.
Dicta esa consecutividad que debo comenzar por William De Armas Delisle, el más añoso de todos.
Recuerdo su cara cuando fue presentado en el portal de la emisora Sonido SM, creo que un poco avergonzado bajo el discurso marcado de su profesionalidad universitaria.
Esa vez le odié un poco, lo confieso, todavía no entendía mucho y el tiempo, oh tiempo, lo ha cambiado todo. El viejo, como le llamamos lo cambió absolutamente todo.
Es un pozo de conocimiento y pillaje en las filas de la prensa. Toda resolución, ley o truco puedes encontrarlo en su sapiencia, el consejo para tratar una información si le llamas, su interrogante a cómo te sientes, cómo va la familia, cómo andan esos dolores porque tú también caes en la neblina del tiempo, no es él solo.
Pero William también es lascivia, recuerdo constante de que quiere ser tu macho en celo, el hombre del saco, constante buscador de insumos, distante y cercano, como solo puede ser posible con la reserva que te otorgan los años.
Hemos comenzado otra vez una Jornada de la Prensa, cuando la prensa quiere ser y no lo logra todas las veces. En medio de esa carrera que sorteamos con muchas dificultades, sabemos que está y que contamos con su palabra y su hombro. Gracias por ser parte de este equipo dispar e imperfecto que busca acompañar. William de Armas, aquí en la radio, resuena en la memoria.
