Chocar las copas: otra de nuestras tradiciones
Autora: Maylín Ros Torres.
Songo – La Maya, 12 feb 2023.- ¿Conoces por qué tenemos la costumbre de brindar en las celebraciones? Nuestras tradiciones se acercan a esta acción que por cotidiana ya nos asombra, pero es válido volver a ella por la frecuencia con la que lo hacemos. Es así, iremos a conocer un poco de donde viene el término, ya que se empezó a usar por primera vez alrededor del año mil 527, cuando Carlos quinto entró con sus tropas en Roma y saquearon la ciudad; un momento crucial en el conflicto que el monarca mantenía con la Liga de Cognac.
Cuenta la historia que sus generales se reunieron para celebrar tal victoria, llenaron sus copas de vino, la levantaron al frente y dijeron algo parecido a “bring dirs” (yo te lo ofrezco), derivando este vocablo en el posterior “brindis”.
Sin embargo, el origen de chocar las copas es bien distinto. En la Antigüedad, un buen método para eliminar a tus enemigos era el envenenamiento, y que mejor forma de hacerlo que invitando al futuro envenenado a tu casa y agasajarle con una copiosa comida acompañada de una suculenta bebida con veneno. Pues para demostrar que la bebida no estaba envenenada, los anfitriones chocaban sus copas muy fuerte con la de sus invitados al ser servidas, de manera que parte del contenido de ambas copas se mezclaban; así si el anfitrión bebía significaba que no había veneno y que el invitado podía disfrutar de ese trago. Otras fuentes cuentan que el origen de brindar surge de la necesidad de llamar la atención a los criados para que les pongan más vino a los invitados de las fiestas, pues estos, al tener poca bebida en sus copas las chocaban con fuerza exigiendo que se las llenasen. También se le atribuye un origen mitológico diverso con Dionisio y Baco como protagonistas. Según se cuenta, un buen día Dioniso (dios griego del vino) invitó a un banquete a sus dioses y los cinco sentidos.
Todos disfrutaban del vino; el gusto se relamía los labios, el olfato disfrutaba con el aroma, la vista con el color y los tonos y el tacto dando sorbos, excepto el oído. Para que el oído pudiese disfrutar al igual que todos los invitados, Dionisio estableció que cada vez que hubiese una celebración los invitados deberían chocar sus copas para que en cada brindis el oído pudiese deleitarse con los sonidos que éstas emitían. Con Baco, dios romano del vino, pasa bien distinto, pues se dice que el origen de brindar las copas tenía como finalidad el despertarle para invocar su protección, pues siempre estaba adormilado a causa del exceso de consumo de bebidas.
Pasados los años, en casa, brindamos sin pensar en el origen, es muestra de alegría, compartir, buenos deseos y prosperidad ¿Te pareció interesante? Esta es otra de nuestras tradiciones.