Las verbenas otras de nuestras tradiciones

Autora: Maylín Ros Torres.

Songo – La Maya, 2 may 2021.- Las verbenas son fiestas  de carácter popular, en ellas se celebra el día del santo patrón de un pueblo o ciudad y suelen celebrarse por la noche, en su desarrollo se expenden bebidas, comidas y el baile, por supuesto, no falta.

La celebración corresponde al nombre de una planta que para que tuviera mejores efectos medicinales se recogía de madrugada e incluso algunos atribuyen a eso la costumbre de realizarlas de noche. Añaden otros  que fue costumbre en el pasado acudir al baile con un ramito de verbena en la solapa, lo que daría lugar a que las fiestas más populares acabaran designándose con su nombre.

En Alto Songo también hubo verbenas. Al contrario de muchos lugares no tenían fecha fija, se convocaban para plantearse proyectos como la construcción del parque, la compra del alumbrado público, el pago del uniforme de equipo de pelota local o cualquier otro asunto que resultara de importancia para los pobladores.

Muchas fueron las personas que contribuyeron a la organización de estas celebraciones. Puedo mencionar a Nando Giraudi, zapatero y dueño de una tienda que se llamaba “El reformatorio” y también estaban entre los promotores Amparo Hernández, dueña de una cafetería y Efraín Castillo, dueño de una marquesina, quincalla y el famoso Bar Cascarita. Otra cosa que las distinguieron fue que no duraban tres días sino una noche y cuentan los más añosos que el parque se alegraba. Lo cercaban con peerle dejando solo una entrada para poder verificar que el que entraba había pagado. Dentro del cercado, empresas como la Hatuey, Bacardí y la Polar expendían sus productos y hacían una suerte de concurso para sacar las muchachas más bellas.

Otras jóvenes, seleccionadas con anterioridad se vestían con sayas blancas y  largas, blusas de colores muy vivos y se ponían paños en el pelo, lo hacían para vender  claveles y besos a un tiempo, cantaban aquella canción que fue popularizada por la Aragón y que decía: “Clavelitos a quien le doy claveles”…  Se realizaban juegos como el tiro de argollas, carreras de saco y  carreras a caballo y se vendían dulces y refrescos y las calles eran engalanadas para la ocasión. Y ocurría además: el baile y toda suerte de divertimento, pero eso será eco de un nuevo encuentro.

Las verbenas no han muerto, en otras localidades continúan su curso año tras año. Esperamos que un día se retomen porque aquello que forma parte de la tradición no muere.

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