José Martí y la educación cubana

Autora: Raquel Castro Milán.

Songo – La Maya, 20 nov 2023.- «Saber leer es saber andar. Saber escribir es saber ascender. Pies, brazos, alas, todo esto ponen al hombre esos primeros humildísimos libros de la escuela”. La obra de José Julián Martí Pérez contiene un sólido pensamiento pedagógico, que tiene vigencia total a partir del triunfo de la Revolución Cubana.

El apóstol fue un observador extraordinario y analítico de los problemas educativos; para los cuales planteaba soluciones. Concibe la educación como la vía idónea para preparar al hombre latinoamericano contra el poderoso vecino, lo que revela la esencia antiimperialista de su pensamiento: “El tigre espera, detrás de cada árbol, acurrucado en cada esquina. Morirá, con los zarpas al aire, echando llamas por los ojos.” Martí concebía la educación como un derecho del ser humano. Era un pedagogo innato, que tenía fe profunda en la educación, sobre todo en aquella que prepara realmente para la vida.

El apóstol considera el acceso a la educación sin distinción de clases sociales, razas, ni sexos. Se plantea la necesidad de educar desde las edades tempranas. Lo cual evidencia la esencia humanista del proyecto educativo martiano. Hoy estos preceptos marianos son una realidad innegable.

La Revolución Cubana desde mismo día del triunfo se planteó la necesidad de educar por eso se llevó a cabo la colosal campaña de alfabetización.

Casi llega el mes de diciembre cuando celebraremos la jornada del educador, por eso es bueno volver al Maestro una y otra vez pues sus ideales están presentes en cada aula y escuela de nuestro país. Sobre la labor de enseñar y educar dijo: “La educación es como un árbol: se siembra una semilla y se abre en muchas ramas. Sea la gratitud del pueblo que se educa árbol protector, en las tempestades y las lluvias, de los hombres que hoy les hacen tanto bien. Hombres recogerá quien siembre escuelas”.

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